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La Cruz Roja lleva alivio a decenas de afectados en Costa Rica y Panamá

Freddy Román Navarro, Costa Rica y Panamá

Lo que inició como una lluvia típica de la época, en pocas horas se convirtió en la principal causa de desolación, tristeza y desesperanza para decenas de familias en la costa atlántica entre Costa Rica y Panamá. El 22 de noviembre las provincias de Chiriqui, Bocas del Toro y Colón, en Panamá fueron declaradas en estado de emergencia por el gobierno nacional, después de que los ríos y quebradas en estas zonas turísticas se desbordaran afectando más de 34 comunidades y dejando pérdidas materiales y económicas innumerables.

La lluvia continua ha causado graves inundaciones en muchos distritos, desplazamiento miles a refugios temporales y cientos de destrucción de casas. Esto se añade a los efectos causados por la Tormenta Tropical del 16 de septiembre pasado, que causó cuantiosos daños en Chiriqui.

Desde el miércoles 18 de noviembre, los voluntarios y personal de los comités de la Cruz Roja Costarricenses y Panameña están trabajando sin descanso para socorrer a decenas de familias que quedaron atrapados en diversas comunidades de Talamanca, Sixaola, Sarapiqu=EC, Bataan y Matina, entre otras zonas del resto del país.

"Eran como las cuatro de la mañana, cuando el río empezó a desbordarse y en pocos momentos el agua cubrió todo alrededor como a más de metro y medio".

"Yo nunca antes había visto el río tan lleno y tan grande" dijó Maricela Mendoza, vecina de cuatro millas", una de las comunidades afectadas por las severas inundaciones que afectan a ambos países.

"Al amanecer, los socorristas de la Cruz Roja Costarricense llegaron aquí y me ayudaron a salir junto con mi hija Rachel, de tres años" expresó Maricela.

Los voluntarios de la Cruz Roja Costarricense y de la Cruz Roja Panameña en solidaridad, se sumaron a prestar auxilio y desde el fin de semana, socorristas y voluntarios, junto con el personal de las demás regiones, han puesto en marcha labores de b=FAsqueda, rescate y evacuación.

Maricela Mendoza, su hija Rachel de tres años y más de 70 personas en su mayoría niños, han tenido que desplazarse de sus hogares por la devastación de las inundaciones.

Ellos, así como otras personas más se encuentran, desde hace más de una semana, en el albergue de la Clínica de Matina con el aterrador recuerdo que quedó grabado en sus mentes, y con el temor de no saber cuando podrán regresar a sus hogares.

"No sabemos que hacer, no tenemos a donde ir" comentó Elvin Juárez de la localidad de Bana 2000, quien al regresar de su trabajo el miércoles 18 de noviembre, se encontró con la sorpresa que el dique cedió, generando una rápida inundación. Cuenta que sólo tuvo tiempo para salir de su vivienda y salvarse.

"En 13 años de vivir acá nunca se había inundado. Pienso que esta inundación es más grande que la de la década de los 70 y lo =FAnico que pude salvar es la vida de mi familia que es lo más importante para mí" concluyó Elvin, con un rostro apagado por lo sucedido.

Estas inundaciones no tuvieron clemencia del esfuerzo humano, pues en pocos minutos, el agua entró en los techos dejando pérdidas en los muebles, electrodomésticos, cultivos, ropa, y en muchos casos las viviendas quedaron totalmente destruidas.

En Sixaola (finca 96), Geovanny Chacón, su esposa, y su niña de 8 meses pasaron momentos muy difíciles. El río que lleva el mismo nombre de la comunidad los dejó aislados por más de dos días. Durante este tiempo estuvieron sin alimentos y sin ninguna pertenencia en el techo de la vivienda mientras esperaban ansiosos a ser rescatados.

Gracias a los esfuerzos de rescate de los socorristas de la Cruz Roja se logró rescatar a Geovanny Chacón y su familia de las turbias aguas.

Decenas de voluntarios de ambos países contin=FAan trabajando mano a mano en las comunidades afectadas con el coraje y la mayor rapidez cubrir las necesidades de los más vulnerables y buscando aliviar el sufrimiento humano en estos momentos de desastres.

Se han enviado 150.00 CHF del Fondo de Emergencia para Desastres de la Federación Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja para apoyar a la Cruz Roja Panameña en la distribución de ayuda a la familias afectadas. Estos fondos permitirán la entrega de ayuda inmediata a 2,500 personas afectadas consistente en la distribución de mantas, kits de higiene y cocina y paquetes de alimentos, así como el despliegue de una unidad de agua y saneamiento que está proporcionando agua potable a estas familias.