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Los procesos de paz en septiembre 2006

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Se firmaron acuerdos de paz o compromisos en esta dirección en varios países africanos (Angola, Burundi, Chad-Sudán, Malí, RD Congo (Ituri), Somalia y Uganda), situando al continente en el punto de mira de los esfuerzos de pacificación.

El Gobierno colombiano inició un acercamiento con la guerrilla de las FARC para lograr un acuerdo humanitario.

El Gobierno de Nepal y la guerrilla maoísta lograron avances en el proceso de paz.

Chipre intentó un nuevo proceso de acuerdos técnicos que ayuden a la reunificación.

Una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU puso fin a la escalada de violencia entre Israel y Líbano.

En este apartado se analizan aquellos conflictos armados o conflictos no resueltos que han entrado en una fase de negociación formal, que están inmersos en un claro proceso de paz o que están explorando el inicio de unas negociaciones. De los 35 procesos analizados, 14 corresponden al continente africano, 9 al asiático, y 6 al europeo; en 31 hay negociaciones formales (aunque pueden sufrir interrupciones) y en cuatro se están explorando posibilidades. Un total de 21 negociaciones o exploraciones corresponden a conflictos armados y 14 a conflictos no resueltos (1). En el capítulo se comenta también la marcha del proceso de implementación de los acuerdos de paz de Aceh (Indonesia).

Evolución de los procesos de paz

A lo largo del tercer trimestre de 2006, el hecho más notorio fue la gran cantidad de acuerdos de paz o compromisos logrados en el continente africano (Angola, Burundi, Chad-Sudán, Malí, RD Congo (Ituri), Somalia y Uganda), que convirtió a dicho continente en el más activo en cuanto a procesos de paz se refiere. La mitad de las negociaciones funcionaron razonablemente bien, especialmente en los conflictos armados, mientras que han tenido serias dificultades las negociaciones relativas a los conflictos no resueltos. Se ha incorporado una nueva exploración: la del Gobierno de Colombia con las FARC.

Tabla 3.1. Evolución de las negociaciones al finalizar el tercer trimestre
Bien (8)
Con dificultades (11)
Mal (12)
En exploración (4)
Burundi
Colombia (ELN)
Chad-Sudán
Chipre
India (NSCN-IM)
Israel-Líbano
Nepal
Uganda
Angola (Cabinda)
Argelia
Filipinas (MILF)
India (NDFB)
India (ULFA)
India-Pakistán
Malí (Tuaregs)
RD Congo (Ituri)
Somalia
Sudán (Darfur)
Sudán (Este)
Armenia-Azerbaiyán
Colombia (AUC)
Côte d'Ivoire
Georgia (Abjazia)
Georgia (Osetia Sur)
Israel-Palestina
Kosovo
Myanmar (KNU)
Nigeria (Delta Níger)
Sahara Occidental
Senegal
Sri Lanka
Colombia (FARC)
España (ETA)
Filipinas (NPA)
Iraq

(En cursiva se señalan los conflictos no resueltos y que no están en fase de lucha armada o que en estos momentos no son catalogados como "conflicto armado". En negrita, los nuevos casos abiertos, aunque ya lo hubieran estado alguna vez en el pasado)

África

a) África Austral

El conflicto de Angola por la región de Cabinda, entró en una nueva y esperanzadora etapa a lo largo del trimestre, cuando en la primera quincena de julio, el Forum Cabindés para el Diálogo (FCD), formado por grupos separatistas y de la sociedad civil de la región norteña, anunciaron que estaban preparados para firmar un alto al fuego con el Gobierno angoleño. Uno de sus portavoces, B. Bembe, miembro activo del FLEC, informó que una delegación del FCD se reuniría con miembros del Gobierno de Luanda en Brazzaville, República del Congo, para formalizar el acuerdo de cese de hostilidades y definir el estatus del territorio de Cabinda. El encuentro estaría auspiciado por la UA, cuya presidencia la detentaba el Presidente congoleño, S. Neguesso. Sin embargo, algunos miembros de la plataforma independentista afirmaron que B. Bembe perseguía su propio beneficio, y señalaron que el Presidente del FLEC, N. Tiago, era el único que tenía control sobre sus combatientes y la autoridad necesaria para firmar cualquier acuerdo. Con todo, en la segunda quincena de julio, el Gobierno angoleño y el Forum Cabindés para el Diálogo (FCD) firmaron un acuerdo de paz que comprende cinco puntos principales: ley de amnistía, cese de hostilidades, desmilitarización de los grupos armados de oposición cabindeses, reducción del número de efectivos militares en la región petrolera y su progresiva adecuación a una situación normalizada, así como la reintegración de los miembros del FCD a la vida civil. De igual manera, el memorando contemplaba la dotación de mayores competencias económicas y políticas al gobierno local de Cabinda, así como un estatuto especial para la gestión de la región.

b) África Occidental

El proceso de paz de Côte d'Ivoire, por el contrario, permaneció en crisis durante este período. El Secretario General de la ONU, K. Annan, se reunió en Côte d'Ivoire con el Presidente, L. Gbagbo, y sus homólogos nigeriano y sudafricano, para intentar apoyar el avance del proceso de paz en curso. Como fruto de estas conversaciones, el Presidente ivoriense y el Jefe de las Forces Nouvelles (FN), G. Soro, fijaron por enésima vez una nueva fecha para el desarme de los grupos armados. Las milicias progubernamentales, sin embargo, se negaron a que los miembros de las FN mantuvieran su rango una vez se desmilitarizaran, y el programa de desarme que estas milicias habían iniciado tímidamente tuvo que ser suspendido en agosto por la baja cantidad de armas entregadas (89 por los 937 combatientes desmovilizados). G. Soro anunció además la suspensión de su participación en las negociaciones para el desarme, en señal de protesta por el cambio de reglas establecido en el proyecto de identificación censal durante el transcurso de las mismas. Ante esta situación, a principios de septiembre los actores clave de la crisis ivoriense se reunieron en Yamoussoukro, con la finalidad de hacer un balance sobre el proceso de paz y resolver sus diferencias respecto a asuntos relevantes, como la asignación de documentos de identidad y nacionalidad, o el proceso de desarme. La reunión terminó sin ningún tipo de avance. Ante esta situación, L. Gbagbo no asistió a mediados de septiembre a la reunión fijada por la ONU, en Nueva Cork, para analizar la situación del país.

En la región del Delta del Níger (Nigeria), no se confirmaron las expectativas de que tanto el Movimiento para la Emancipación del Delta del Níger (MEND) como el Movimiento por la Supervivencia del Pueblo Ogoni (MOSOP) entablaran una negociación con el Gobierno nigeriano. Por el contrario, el MEND acusó a la policía de haber ejecutado extrajudicialmente a tres de sus miembros y amenazó con tomar represalias contra todo el cuerpo policial en el Estado de River. A finales de julio, el Presiente nigeriano, O. Obasanjo, presentó en la Comisión para el Desarrollo del Delta Níger un nuevo informe del PNUD sobre el desarrollo humano en la región. En el documento se hacía referencia a la situación de las comunidades que habitan los nueve estados que componen la subregión nigeriana, poniendo el acento en siete puntos que conforman una agenda para el desarrollo: promover la paz como la fuente del desarrollo; lograr una gobernanza local efectiva y que responda a las necesidades de su pueblo; mejora y diversificación de la economía; inclusión social y mejora del acceso a servicios; sostenibilidad medioambiental y conservación de los medios de vida de las comunidades; actuación integral sobre el VIH/SIDA; y construcción de asociaciones duraderas para el avance del desarrollo humano. Con todo, a finales de agosto, miembros de las FFAA nigerianas incendiaron las casas de los barrios marginales de Port Harcourt, ciudad de la región del Delta del Níger, alegando que la población estaba escondiendo a militantes del MEND.

El proceso de paz de Senegal por la región de Casamance se vio de nuevo dificultado por las constantes divisiones y los enfrentamientos entre las facciones del MFDC, especialmente entre S. Sadio (que controla el sur) y I. Magne Diéme, líder del Frente Norte y aliado con el mando militar C. Atoute Badiate, que finalmente acabó apoyando a las FFAA de Guinea-Bissau en su lucha contra S. Sadio, al que algunas fuentes acusaban de recibir apoyo económico del Gobierno de Côte d'Ivoire. Es de destacar igualmente que las autoridades gambianas detuvieron a I. Magne Diéme, lo que fue interpretado como un apoyo explícito al grupo de S. Sadio en su lucha contra los miembros del Frente Norte del MFDC. De hecho, y como muestra de la implicación regional del conflicto, cada vez que se producen combates en el norte de Casamance, la población que se refugia en Gambia recibe una propuesta para obtener la nacionalidad gambiana. En otro orden de cosas, el Gobierno senegalés creó en agosto una célula de alerta y prevención de conflictos en la zona de Casamance, a través de la Agencia Nacional para el Relanzamiento de las Actividades Socioeconómicas en Casamance (ANRAC), financiada por el Banco Mundial, y que incluye un apoyo a la desmovilización y reinserción de miembros del MFDC. Además del Banco Mundial, que en 2004 concedió un crédito de 20 millones de dólares para la reconstrucción de Casamance, USAID ha invertido 15 millones de dólares para la estabilización de la zona, incluyendo actividades de reconciliación, diálogo y negociación, algunas de ellas en colaboración con las organizaciones PADCO y el Karina Center for Peacebuilding.

c) Cuerno de África

En cuanto al proceso de paz de Somalia es de destacar que las delegaciones del Gobierno Federal de Transición (GFT) encabezada por el presidente del Parlamento, S. Hassan Sheikh Aden, y del Consejo Supremo Islámico de Somalia (SICS, por sus siglas en inglés), encabezada por su vicepresidente, A. Ali Umar, alcanzaron un acuerdo de paz el 4 de septiembre bajo la mediación de la Liga Árabe y la presencia del Presidente de Sudán, O. Al-Bashir, en la capital sudanesa, Khartoum. Según el acuerdo, se comprometían a formar unas FFAA unificadas y un nuevo cuerpo de policía nacional entre las milicias del GFT, el SICS, y otras milicias; a respetar el acuerdo de alto el fuego firmado el 22 de junio, que ambas partes se han acusado de violar, y a poner fin a los apoyos externos que estaban agravando la situación en el país y a escala regional (el GFT cuenta con el apoyo de Etiopía y el SICS de Eritrea). El acuerdo no especifica cuando entrará en vigor, y las partes acordaron que reanudarían las conversaciones a finales de octubre en Khartoum, para abordar la reconstrucción del país y el papel que deberá desempeñar la comunidad internacional en el restablecimiento de la seguridad, con la espinosa cuestión del despliegue de la fuerza internacional de paz de la IGAD. Posteriormente a la firma del acuerdo, el Presidente del GFT, A. Yusuf Ahmed, sufrió un intento de asesinato en Baidoa, atribuido a la red al Qaeda. La UA, por su parte, adoptó un plan de despliegue de una misión regional de paz, con unos 8.000 integrantes y las siglas IGASOM, cuyo objetivo será apoyar al Gobierno de transición y ayudar a estabilizar el país implementando programas de DDR. El SICS se ha negado sistemáticamente a aceptar dicha misión. Es de destacar, finalmente, que el principal puerto y aeropuerto de la capital, Mogadishu, fueron reabiertos por primera vez en 16 años.

Los intentos de lograr un acuerdo de paz con todos los grupos armados de Darfur (Sudán), continuaron a lo largo del trimestre, a pesar de numerosos contratiempos. En la primera quincena de julio, la nueva alianza de oposición armada National Redemption Front (NRF), atacó una ciudad en la región norte de Kordofan, declarando rota la tregua de Darfur, establecida en abril del 2004, y su intención de llegar hasta la capital, Jartum. El grupo estaría integrado por el JEM y diversos comandantes disidentes del SLA, formación de oposición con mayor relevancia en la región, así como por el partido político Sudan Federal Democratic Alliance (SFDA, por sus siglas en inglés). En paralelo, el Presidente sudanés, O. Al-Bashir, siguió negándose a la entrada de fuerzas de la ONU en su país, aunque no puso ninguna objeción a que se fortaleciera la misión de mantenimiento de la paz que la UA desarrolla en Darfur. La negativa del dirigente sudanés está provocando una ruptura en el Gobierno de unidad nacional, cuyo Vicepresidente, S. Kiir, líder del SPLM, apoya la entrada de las fuerzas de la ONU en el país para hacer posible la paz en la región occidental sudanesa. También en julio, los grupos armados de oposición que se negaron a firmar el Acuerdo de Paz para Darfur en el mes de mayo, se reunieron en Libia con el Presidente M. Gadhafi, con la finalidad de conseguir que el líder libio intercediera por ellos frente al Gobierno de Sudán, que precisamente nombró Consejero Presidencial a M. Minnawi, Presidente y Comandante en Jefe de la facción del SLA firmante de los acuerdos de paz. En agosto, la Liga Árabe se comprometió a financiar la misión de la UA por seis meses más, y Chad detuvo a siete líderes del JEM, en un gesto por impulsar las buenas relaciones reabiertas recientemente entre Sudán y Chad. Entre los detenidos se encontraba el Secretario General del movimiento y el jefe del equipo negociador. N'Djamena anunció que los detenidos serían entregados a la UA. A primeros de septiembre, el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó una resolución presentada por EEUU y Reino Unido para el despliegue de tropas de la UNMIS en el territorio de Darfur, antes del uno de octubre, aumentando sus efectivos con 17.300 nuevos soldados y 3.300 policías, con la finalidad de apoyar la misión de la UA, que actualmente está trabajando en la zona hasta finalizar el año. La operación, sin embargo, sólo se hará efectiva con el consentimiento del Gobierno sudanés. A finales de septiembre, finalmente, el Viceprimer Ministro de Sudán, S. Kiir, se reunió en Asmara, Eritrea, con el recientemente designado líder del grupo armado de oposición SLA, no firmante del acuerdo de paz, Ahmed Abdelshafi Bassey, elegido tras la expulsión de Al-Nur. El líder del SLA se mostró dispuesto a conversar y negociar con Jartum, continuando con sus demandas de una mayor representación a nivel nacional y de compensaciones individuales para los desplazados internos y refugiados.

(1) En este apartado entendemos por "conflictos no resueltos" aquellas situaciones en las que habiendo existido en el pasado un nivel elevado de tensión, amenazas de carácter militar o enfrentamientos armados, en la actualidad no se producen este tipo de enfrentamientos, pero sin que las partes hayan logrado todavía un acuerdo de paz definitivo, lo que motiva que existan o se exploren negociaciones.

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